lunes, 5 de agosto de 2019

Impactos ambientales/Riego y drenaje

Los proyectos de riego y drenaje manejan las fuentes hídricas a fin de promover la producción agrícola. Hay diferentes tipos de riego, dependiendo de la fuente del agua (superficial o subterránea), su forma de almacenamiento, los sistemas de transporte y distribución, y los métodos de entrega (aplicación en el campo). 

Desde hace mucho tiempo, se ha utilizado el agua superficial (principalmente los ríos) para riego, y, en algunos países, desde hace miles de años; todavía constituye una de las principales inversiones del sector público. Los proyectos de riego en gran escala, que utilizan el agua freática, son un fenómeno reciente, a partir de los últimos treinta años. Se encuentran principalmente en las grandes cuencas aluviales de Paquistán, India y China, donde se utilizan pozos entubados para aprovechar el agua freática, conjuntamente, con los sistemas de riego que emplean el agua superficial. 


El método principal de entrega (para cerca del 95 por ciento de los proyectos en todo el mundo) es el de superficie (riego por inundación o de surco); el agua se distribuye por gravedad en la zona que va a ser regada. Otros sistemas emplean rociadores y riego de goteo. El riego por aspersión rocía las gotas de agua en la superficie de la tierra, simulando el efecto de la lluvia. El riego de goteo libera gotas o un chorro fino, a través de los agujeros de una tubería plástica que se coloca sobre o debajo de la superficie de la tierra. Aunque sean tecnológicas nuevas, relativamente, que requieren una inversión inicial más grande y manejo más intensivo que el riego de superficie, el riego por aspersión y el de goteo promete mucho potencial para optimizar la eficiencia del uso del agua, y reducir los problemas relacionados con el riego.
Los proyectos de riego pueden incluir los siguientes equipos e infraestructura:
  • represas, cuencas hidrográficas y reservorios;
  • facilidades de desviación o toma;
  • pozos, estaciones de bombeo, canales, acequias y paliduchos para transportar el agua (incluyendo el drenaje); y,
  • sistemas de distribución para el riego de goteo y por aspersión.
Potenciales Impactos Ambientales
Los potenciales impactos ambientales negativos de la mayoría de los grandes proyectos de riego incluyen: la saturación y salinización de los suelos; la mayor incidencia de las enfermedades transmitidas o relacionadas con el agua; el reasentamiento o cambios en los estilos de vida de las poblaciones locales; el aumento en la cantidad de plagas y enfermedades agrícolas, debido a la eliminación de la mortandad que ocurre durante la temporada seca; y la creación de un microclima más húmedo. La expansión e intensificación de la agricultura que facilita el riego, puede causar mayor erosión; contaminar el agua superficial y freática con los biocidas agrícolas; reducir la calidad del agua; y, aumentar los niveles de alimentos en el agua de riego y drenaje, produciendo el florecimiento de las algas, la proliferación de las malezas acuáticas y la eutroficación de los canales de riego y vías acuáticas, aguas abajo. Usualmente, se requieren mayores cantidades de químicos agrícolas para compensar para controlar los crecientes números de plagas y enfermedades de los cultivos.
Los grandes proyectos de riego que represan o desvían las aguas de los ríos, tienen el potencial de causar importantes trastornos ambientales como resultado de los cambios en la hidrología limnología de las cuencas de los ríos. (Los efectos del embalse del agua se analizan en el artículo: Potencial de una presa hidráulica. Al reducir el caudal del río, se cambia el uso de la tierra y la ecología de la zona aluvial; se trastorna la pesca en el río y en el estero; y se permite la invasión del agua salada al río y al agua freática de las tierras aledañas. El desvío y pérdida de agua debido al riego reduce el caudal que llega a los usuarios, aguas abajo, incluyendo las municipalidades, las industrias y los agricultores. La reducción del flujo básico del río disminuye también la dilución de las aguas servidas municipales e industriales que se introducen, aguas abajo, causando contaminación y peligros para la salud. El deterioro en la calidad del agua, debido a un proyecto de riego, puede volverla inservible para los otros usuarios, perjudicar las especies acuáticas, y, debido a su alto contenido de alimentos, provocar el crecimiento de malezas acuáticas que obstruirán las vías fluviales, con consecuencias ambientales para la salud y la navegación.
Los potenciales impactos ambientales negativos directos del uso del agua freática para riego surgen del uso excesivo de estas fuertes (retirando cantidades mayores que la tasa de recuperación). Esto baja el nivel del agua freática, causa hundimiento de la tierra, disminuye la calidad del agua y permite la intrusión del agua salada (en las áreas costaneras).
Hay algunos factores ambientales externos que influyen en los proyectos de riego. El uso de la tierra, aguas arriba, afectará la calidad del agua que ingresa al área de riego, especialmente su contenido de sedimento (erosión causada por la agricultura) y composición química, (contaminantes agrícolas e industriales). Al utilizar el agua que deposita el sedimento en los terrenos, durante el tiempo, o, simplemente, al utilizar el agua que trae un alto contenido de sedimento, se puede alzar el nivel de al tierra a tal punto que se impida el riego.
Los beneficios obvios del riego provienen de la mayor producción de alimentos. Además, la concentración e intensificación de la producción en un área más pequeña puede proteger los bosques y tierras silvestres, para que no se conviertan en terrenos agrícolas. Si existe una cobertura vegetal mayor durante la mayor parte del año, o si se prepara la tierra (p.ej. nivelar y contornarla), se reduce la erosión de los suelos. Hay algunos beneficios para la salud, debido a la mejor higiene y la reducción en la incidencia de ciertas enfermedades. Los proyectos de riego pueden moderar las inundaciones, aguas abajo.
Temas Sociales
El trastorno social es inevitable en los grandes proyectos de riego que cubren áreas vastas. La gente local, que el proyecto de riego desplaza, enfrenta el problema clásico del reasentamiento: se reduce el nivel de vida, se producen mayores problemas de la salud, conflictos sociales, y deterioro de los recursos naturales del área de reasentamiento (Ver el artículo “Desplazamiento Involuntario”. La gente que permanece en el área, probablemente, tendrá que cambiar sus prácticas de uso de la tierra y modelos agrícolas. Las personas que se trasladan al área, también tendrán que adaptarse a las nuevas condiciones (Ver el artículo “Colonización de Nuevas Tierras”). A menudo, la gente local encuentra que tiene menor acceso a los recursos de agua, tierra y vegetación, como resultado del proyecto. Las demandas contradictorias, con respecto a los recursos acuáticos, y las desigualdades en su distribución pueden ocurrir, fácilmente, tanto en el área del proyecto, como aguas abajo. Todos estos factores – las prácticas agrícolas cambiantes, y la mayor densidad de la población – pueden tener un efecto profundo en cuanto a los modelos sociales tradicionales.
A menudo, con la introducción del riego se asocia con un aumento, a veces extraordinario, en las enfermedades o relacionadas con el agua. Las enfermedades que se vinculan, más frecuentemente, con el riego son esquistosomiasis, malaria y oncocerciasis, cuyos vectores proliferan en las aguas de riego. Otros riesgos para la salud que se relacionan con el riego incluyen los que están vinculados al mayor uso de agroquímicos, el deterioro de la calidad del agua, y la mayor presión de la población en el áreas.
La reutilización de aguas negras para riego puede transmitir las enfermedades contagiosas (principalmente las hermínticas y, en un grado menor, las bacterianas y virales). Los grupos que están expuestos al riego son los trabajadores agrícolas, los consumidores de los vegetales (y la carne) de los campos regados con aguas servidas, y los aledaños. El riego por aspersión representa un riesgo adicional, debido a la difusión de los patógenos por el aire. Los riesgos varían, según el grado de tratamiento que han recibido las aguas servidas, antes de ser reutilizadas.
Eficiencia del riego y mejoramiento de los sistemas existentes
El uso ineficaz del agua (es decir, el riego excesivo) no solamente desperdicia el recurso que podría servir para otros usos y ayudar a evitar los impactos ambientales, aguas abajo, sino que también causa el deterioro, mediante saturación, salinización y lixiviación, y reduce la productividad de los cultivos. La optimización del uso del agua, por tanto, debe ser la preocupación principal de todo proyecto de riego.
Como se dijo anteriormente, hay grandes áreas de tierra bajo riego que han dejado de producir debido al deterioro del suelo. Puede ser conveniente, y, por supuesto, beneficioso para el medio ambiente, invertir en la restauración de estas tierras, antes que aumentar el área de bajo riego. 
Alternativas de los proyectos
Hay algunos alternativas para un proyecto de riego, su diseño y su manejo. Son las siguientes:
  • mejorar la eficiencia de los proyectos existentes y restaurar las tierras degradas, antes que establecer un proyecto de riego nuevo;
  • desarrollar sistemas de riego de pequeña escala, de propiedad individual, como alternativas para los grandes programas públicos;
  • desarrollar sistemas de riego que utilicen las aguas freáticas, porque tienen menos probabilidad de causar daños ambientales que los sistemas que utilizan las aguas superficiales;
  • desarrollar, donde sea posible, los sistemas de riego que emplean, conjuntamente, las aguas superficiales y freáticas, para aumentar la flexibilidad del suministro de agua y reducir los impactos hidrológicos negativos;
  • usar riego por aspersión o goteo, como alternativas para el riego superficial, a fin de reducir el riesgo de saturación, salinización, erosión y uso ineficaz del agua;
  • ubicar el proyecto de riego de tal manera que se reduzcan los impactos sociales y ambientales; y,
  • utilizar las aguas servidas tratadas, donde sea apropiado, a fin de dejar una mayor cantidad de agua para los otros usuarios. O reducir los impactos ambientales del retiro del agua de las fuentes superficiales y freáticas.
Administración y capacitación
A menudo, se citan los factores institucionales como causas del fracaso de los grandes programas públicos de riego. La operación de todos los sistemas de control, desde la fuente del agua hasta las granjas individuales, requiere administración casi constante. Es esencial manejar el agua, cuidadosamente, para asegurar que la cantidad, tiempo, controlabilidad y confiabilidad del agua que se entrega a los usuarios sean idóneos, porque estos factores determinarán el éxito del proyecto. Si las personas idóneas no están disponibles, o si carecen de las destrezas técnicas y administrativas necesarias, habrá que entrenar a un equipo de administradores para que presten los servicios necesarios.
La planificación e implementación del proyecto de riego deberá realizarse con la cooperación y colaboración de los ingenieros, edafólogos, hidrólogos, especialistas de operaciones, especificando todas las normas de operación y metas de distribución del agua, antes de diseñar la infraestructura física, y guiar, posteriormente, a los administradores del proyecto.
Es necesario tener en cuenta que la vida útil de un sistema de riego supera los 50 años, por lo tanto es necesario considerar las demandas hidricas con la suficiente elasticidad para permitir que el sistema sea lo suficientemente flexible y pueda acompañar los cambios en las demandas de producción.
Monitoreo
Los factores que requieren monitoreo son:
  • el clima (viento, temperatura, lluvia, etc);
  • el caudal del río, en varios lugares, aguas arriba y aguas abajo del proyecto de riego;
  • el contenido de alimentos del agua de descarga;
  • los caudales y niveles de agua en los puntos críticos del sistema de riego;
  • los niveles del agua freática en el área del proyecto y aguas abajo;
  • la calidad del agua que ingresa al proyecto y la de las corrientes de retorno;
  • la calidad del agua freática en el área del proyecto;
  • los niveles de salinidad del agua de los pozos de la costa;
  • las propiedades físicas y químicas del suelo del área de riego;
  • el área de terreno agrícola que está en producción;
  • la intensidad de cultivo;
  • el rendimiento de los cultivos por unidad de terreno y agua;
  • las tasas de erosión/sedimentación del área del proyecto;
  • la relación entre la demanda y la oferta de agua para los usuarios (equitatividad de la distribución);
  • condición de los canales de distribución y drenaje (sedimentación, presencia de malezas, condición de los revestimientos);
  • manejo de la cuenca hidrográfica, aguas arriba (extensión y prácticas agrícolas, actividad industrial);
  • la incidencia de enfermedades y presencia de vectores;
  • la condición de salud de la población en el área del proyecto;
  • los cambios en la vegetación natural del área del proyecto y en la zona aluvial, aguas abajo;
  • los cambios en las poblaciones de la fauna en el área del proyecto y en la zona aluvial, aguas abajo, y, la población y las especies de peces.

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